Fontana

Lucio Fontana


 Argentina | 1899-1968




1952 | 53 años
Concepto espacial
Óleo y lentejuelas sobre papel entelado.
Fondazione Lucio Fontana
77 x 77 cm.



1960 | 61 años
Concepto espacial
Óleo sobre lienzo.
Colección particular
200 x 200 cm.



1961 | 62 años
Venecia era toda de oro
Óleo sobre lienzo.
Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid
150 x 150 cm.



1962 | 63 años
Concepto espacial
Óleo sobre lienzo.
Fondazione Lucio Fontana
146 x 114 cm.



Biografía:
    Escultor y pintor argentino formado en Italia, donde pasó la mayor parte de su vida. En 1947 fundó el movimiento espacialista. Hijo del escultor milanés Luis Fontana, nació en Rosario, Santa Fe (Argentina), en 1899. A los 6 años marcha con su familia a Italia y allí realiza estudios en el Instituto Técnico Carlo Cattaneo y en la Academia Brera de Milán (1920). De regreso a Argentina en 1922 trabaja en el estudio de su padre, hasta que en 1924 abre el suyo propio. Entre sus primeros encargos está en 1926 el monumento a Juana Blanco (cementerio del Salvador-Rosario) bajo la influencia de Maillol, tanto en el modelado como en la composición. En 1928 regresa a Italia e ingresa de nuevo en la Academia Brera, donde recibe lecciones de Adolfo Wildt. En la obra de esos años se ve la influencia de Archipenko (Torso, 1930-31) y de Arturo Martini (Cabeza de mujer, 1931). Escultor instintivo, renovador, optimista y vital, en la década de 1930 rompe con la tradición académica y se une al movimiento abstracto milanés, dejándose influir por el futurismo. Entre 1934 y 1939 reside en París, conoce a Miró, Brancusi y se une al grupo Abstraction-Création, en esta época realiza relieves en terracota, lápidas grabadas en cemento coloreado y esculturas cerámicas (Naturaleza muerta). Cuando regresa a Argentina en 1939, quizás por indicación paterna o el ambiente poco favorable, abandona la abstracción y se dedica a la escultura figurativa de tendencia expresionista (Hombre del Delta, 1943, y Muchacho del Paraná, 1942). Hasta 1946 en que funda la Academia de Altamira, junto a Jorge Romero Brest y publica el Manifiesto Blanco (1946), Fontana sigue dos líneas de figuración, una caracterizada por la simplicidad de formas con herencia clásica, relacionada con Martini y Mariano Marini (El rapto de las Sabinas, 1941, El auriga, La mujer del marinero) y otra a través de un estilo opuesto de líneas entrecortadas y volúmenes simples (Mujeres ante el espejo, 1940, La novia, 1940, Caballo loco, 1946). Intuitivo, ecléctico y a veces contradictorio, su obra es tan controvertida como su propio pensamiento, con el Manifiesto Blanco (1946) inicia el movimiento espacialista y postula su actitud antiestética, la ruptura con la clásica pintura de caballete y su intención de superar los límites asignados a la obra de arte, sostiene la necesidad de integrar todos los elementos físicos (color, sonido, movimiento y espacio) en una unidad ideal y material. En 1947 se establece definitivamente en Milán y funda el movimiento espacialista, redactando ese mismo año su primer Manifiesto Espacial, al que seguirían el segundo (1949), tercero (1950) y cuarto (1951). El espacialismo promovido por Fontana se basa en la total libertad de expresión, y en los adelantos que impone la ciencia y la técnica en una nueva realidad. Produce esculturas espaciales e inicia el informalismo matérico tratando de alcanzar un equilibrio formal entre el espacio real y el espacio ilusorio, incorporando a la tela piedras, vidrios y lentejuelas. En 1949 realiza los primeros buchi (lienzos agujereados) e inicia la serie Concepti spaziali (1949-53), donde la tela es perforada con orificios y cortes. También entre 1951-58 realiza la serie Pietra, en la que incorpora cristal de Murano y más tarde lleva a cabo las primeras ambientaciones espaciales, iluminadas con luz negra. Movimiento, color, tiempo y espacio son para él los conceptos del arte nuevo. Sus ideas y actitudes influyeron tanto en Italia como en Europa.  © M.E.



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