Holbein

Hans Holbein


 Alemania | 1497-1543




1517 | 20 años
Benedikt von Hertenstein
Óleo sobre papel montado en madera.
Metropolitan Museum. Nueva York
52.4 x 38.1 cm.



1521 | 24 años
Cristo muerto
Óleo sobre tabla.
Öffentliche Kunstsammlung. Basilea
30.5 x 200 cm.



1523 | 26 años
Erasmo de Rotterdam
Óleo sobre tabla.
Museo del Louvre. París
42 x 32 cm.



1533 | 36 años
Los embajadores
Temple sobre tabla.
National Gallery. Londres
207 x 209 cm.



1535 | 38 años
Una mujer
Óleo sobre tabla.
Instituto de Arte e Imagen. Detroit




1536 | 39 años
Enrique VIII de Inglaterra
Óleo sobre lienzo.
Museo Thyssen-Bornemisza. Madrid
28 x 20 cm.



1538 | 41 años
Eduardo VI como niño
Temple sobre tabla.
National Gallery of Art. Washington
57 x 44 cm.



1541 | 44 años
Charles Brandon
Óleo sobre tabla.
Colección Royal. Windsor
5.7 cm. diámetro.



Biografía:
    Artista alemán, uno de los maestros del retrato en el renacimiento y diseñador de xilografías, vidrieras y piezas de joyería. Nació en Augsburgo y desde muy pequeño estudió pintura con su padre, Hans Holbein el Viejo, reconocido artista dentro de la tradición flamenca, notable por sus retratos. Hacia 1515 Holbein el Joven se instaló en Basilea, Suiza, donde trabajó como ilustrador de libros, realizando xilografías para las portadas de varias obras y una serie de bocetos en tinta para El elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam. En 1518, durante un viaje a Italia, descubrió las obras de los pintores del renacimiento italiano Andrea Mantegna y Leonardo da Vinci. El impacto de estos y otros artistas sobre la obra de Holbein puede observarse en el modelado y la composición renacentistas de uno de sus primeros retratos, Erasmo de Rotterdam (1523, Museo del Louvre, París, Francia), en su famoso Cristo muerto, en la Pasión (ambos en el Kunstmuseum de Basilea) y en el retablo La Virgen del burgomaestre Meyer (Palacio Ducal de Darmstadt, Alemania), todos ellos realizados entre 1519 y 1526. En dichas obras se aprecia una soltura en el dibujo y una riqueza cromática características de las obras de los maestros del norte de Italia. En sus obras religiosas, Holbein unió esta riqueza de detalles y colores con la dignidad y la severidad en la caracterización propias de temas religiosos. Entre 1523 y 1526 aumentó su reputación como ilustrador gracias a una serie de 51 dibujos sobre el tema alegórico medieval de la danza macabra y a una serie de grabados en plancha de madera para la traducción alemana de la biblia de Martín Lutero. Sin embargo, la austeridad preconizada por la Reforma se fue apoderando de la sociedad suiza y disminuyó el mecenazgo artístico por lo que, a pesar de su prestigio, Holbein se vio obligado a marcharse a Inglaterra en busca de nuevos encargos. Llegó a Londres en 1526 con cartas de presentación escritas por Erasmo, entonces ya su amigo y protector, para importantes personajes de la época a los que habría de retratar y entre los que se incluye Tomás Moro. En 1528 regresó a Basilea, donde se le encargó la ampliación de una obra anterior, Justicia (1521-1522), con la que había decorado la sala del consejo del ayuntamiento. La ampliación de esta serie de frescos refleja su continuo crecimiento como artista, las nuevas composiciones, menos abigarradas que las ya existentes, logran un impacto de mayor dramatismo que las anteriores. Por desgracia no se conserva intacto ninguno de los muchos grandes frescos que realizó en dicho ayuntamiento, en Inglaterra y en Alemania. Debe juzgarse su belleza partiendo de los bocetos y de las copias que artistas posteriores hicieron de sus frescos. En 1532 volvió a instalarse en Inglaterra, donde comenzó su carrera como maestro retratista. Su retrato del estadista Thomas Cromwell le granjeó el aplauso de los círculos reales y, hacia 1536, fue nombrado pintor de corte de Enrique VIII. Entre sus obras más significativas están los retratos de Enrique VIII de Inglaterra (c.1534-1536, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España) y de su esposa Juana Seymour, este último destruido por el fuego en 1698, así como los de muchos personajes de la corte, entre los que se incluyen gran parte de las esposas de Enrique VIII y su hijo Eduardo (más tarde Eduardo VI). Los bocetos preliminares de dichas pinturas, en los que combinaba tiza (gis) y tinta con otros medios, se cuentan entre sus obras más preciadas. La colección real del palacio de Windsor posee 87 dibujos realizados por él. Murió en Londres en 1543 durante una epidemia de peste. La fama de Holbein está basada en sus retratos realistas de personas y grupos. La atención que prestaba a detalles de la piel, el pelo, los ropajes y la ornamentación, así como el talento para representar con exactitud cada una de las diferentes texturas, no disminuían ni iban en detrimento de las características esenciales y de dignidad de sus retratados. También realizó miniaturas y contribuyó al gran arte renacentista de la pintura sobre vidrio con numerosos dibujos.  © M.E.



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