Aguas Estancadas (fragmento)Juan Modesto Castro
Aguas Estancadas (fragmento)

"Entonces todo va bien. Yo tampoco tengo ganas de dormir. Charlemos un rato... Cuando yo era un muchacho de unos 17 años, me gustaba mucho leer obras de Alejandro Dumas, y desde entonces no he podido olvidar una anécdota o cuento que se refiere a La Fontaine. Quería el poeta olvidar unas estrofas que había compuesto y no podía; se confía a un amigo, y éste, posiblemente después de reírse lo aconseja:
"Escríbelas y quema el papel; así las tendrás que olvidar.
"A mí me pasa algo parecido: el hombre cuando está con su propio pensamiento y sin que nada lo distraiga, se hipersensibiliza y sus deducciones y razonamientos, sin ser maravillosos, son más profundos y reales. Yo necesito contar lo que pienso para poder olvidar; me parece que al decirlo el pensamiento me abandona y me deja de martillar en la cabeza.
"Las verdades que necesitan de una demostración empírica requieren tiempo para acumular pruebas. Como profesor primario he tenido múltiples oportunidades de tratar a mis compatriotas del sector humilde. En los meses de vacaciones he recorrido parte del sur como vendedor viajero y me he preocupado buscando pruebas a mis pensamientos, y aquí en el hospital también las he acumulado: la conversación de don Aliro ha sido mi fuente informativa.
"Es mi afán demostrar que el chileno, el roto, no es el degenerado que el derrotismo de una prensa mal inspirada ha puesto de moda. Cualquier señor medianamente vestido, sin ninguna información y las más de las veces por impresiones superficiales, afirma y discute nuestra incuestionable inferioridad ante las razas extranjeras. Llevo diez años tratando de reunir casos, y los que he acumulado me obligan a decir que en el estado de pobreza fisiológica en que se desenvuelve nuestra raza, debería sólo producir subhombres; en cambio el florecimiento de seres inteligentes, emprendedores, sin vicios, es de una importancia que constituiría orgullo en cualquier país civilizado y lo que digo lo pruebo; de lo contrario, nada vale mi afirmación. Para eso es necesario un poco de paciencia y de buena voluntad.
"Las ideas que yo expongo no son para especialistas que tratarán de encontrar bondades en el esqueleto, en la estatura, en la conformación del cráneo, ¡qué se yo en cuantos índices más! Yo quiero defender al chileno, subrayando sus cualidades y comparándolas, pero no dejando a un lado factores que continuamente se olvidan.
"Se compara al chileno, al indoamericano, en general con los emigrantes, y todos dicen que este último triunfa sin apelación. Donde llega un gringo, pocos años después hay un capitalista, y se les admira y se les alaba y sólo se desea tener emigrantes para mejorar la raza.
"La inmigración en sí ya es una selección. Los individuos que pesando sus probabilidades se atreven a formularse a sí mismos la necesidad de ir a otras tierras a buscar el porvenir, demuestran una concepción previsora de la vida que no es común. Al partir aprietan el corazón dispuestos a todos los sufrimientos en tierra extraña; lo único que les interesa es el éxito. Un hombre así, equipado para la lucha es incuestionablemente un seleccionado, no es un hombre vulgar y más fácil le será el éxito mientras más de marmota son los métodos de la gente entre los cuales ha fijado su vida. Su dinamismo y sus aspiraciones son un ariete en marcha; nada lo detiene. He aquí el origen o causas del triunfo monetario de los extranjeros. Ahora, como un paréntesis; podemos preguntarnos: ¿produce nuestra tierra esta clase de emigrantes? Y la contestación fluye sola: dado lo exiguo de su población la produce en abundancia y de alta calidad. Recorra usted las costas del Pacífico, el Altiplano y la Patagonia argentina. En todas partes encontrará al chileno de empresa, que triunfa o que va en camino de ello. No hay que confundirlo con "el pata de perro"; esta es otra sección de nuestra idiosincrasia.
"El chileno que encuentra tiene en la mayoría de las veces ascendencia humilde. Una escuela parroquial o primaria fueron la base de su instrucción.
"Tengo una libreta en la cual hay apuntes de los casos de padres de alumnos que merecen ser considerados como individuos excepcionales por su empuje y un sinnúmero de cualidades que los dignifica como sobresalientes en su generación.
"No es mi propósito dar una lección sobre el tema; quería llamar la atención sobre esta nueva fuente creadora de hombres eficientes que es la Beneficencia; de hombres del pueblo, de lo que se llama "el roto". Tenemos aquí tres personas conocidas: Pacheco, don Aliro y don Omar.
"Pacheco ha hecho su servicio militar y está orgulloso de sus notas; se ha presentado solicitando ser soldado de línea; cree que en seis meses de ejemplar conducta le permitirán pasar a hacer el curso de enfermero militar. Sus conocimientos sobre inyecciones, temperatura, cataplasmas, etc., le facilitan en algo el camino. Este hombre está en marcha y sólo un accidente puede detenerlo.
"Don Aliro ha demostrado ser un luchador tenaz y sufrido; se ha sobrepuesto a todas las dificultades y ahora con la inercia adquiridas a fuerza de corazón y empuje, sólo le basta conservar su línea de conducta para llegar a una situación de un buen pasar; es un elemento que saliendo del pueblo se ha formado solo y va en camino de ser el fundador de una familia por todo concepto honorable.
"La Beneficencia, el Ejército, la Marina, los Carabineros, la Instrucción Primaria y en todos los campos de la actividad ciudadana, encontrará al chileno, al criollo, desempeñándose con acierto, siendo dignos de todo respeto y consideración. Si en la ascendencia del 90% de los profesionales, se aleja de ellos dos o tres generaciones se encontrarán al hombre de Yungay, ya sea en forma de capataz, de llavero, minero, en toda clase de actividades. A una raza que da tales productos de selección, desenvolviéndose en el más miserable de los ambientes, nadie, con razón, puede posponerla a otra extranjera. Podrán decirme que esos elementos que surgen no han salido de los conventillos santiaguinos y yo contesto: previo obligado silencio, daré nombre y dirección a quienes lo solicitan, siempre que no sea para satisfacer femenil curiosidad. "



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