La pintura de Manet (fragmento)Michel Foucault
La pintura de Manet (fragmento)

"Esto se ve claramente, en el cuadro que verán a
continuación, llamado La estación de Saint Lazare. Y es que aquí sucede lo mismo. Sin duda observarán que volvemos a encontrar las mismas verticales y las mismas horizontales de antes: unas verticales y unas horizontales que definen un plano determinado del cuadro, en cierto modo el propio plano del lienzo. Como en la Camarera con jarras, también en este cuadro hay dos personajes colocados en posiciones opuestas: uno que mira hacia nosotros y otro que mira en la misma dirección que nosotros. Uno de ellos vuelve el rostro hacia el espectador; en cambio, el otro le da la espalda. Ahora bien, lo que la mujer contempla -y ya ven que lo hace con mucha intensidad— es una escena que el espectador no ve porque se desarrolla frente al lienzo; como tampoco ve lo que la niña está mirando, ya que Manet extiende la nube de vapor del tren que pasa en ese momento, de tal forma que no hay nada que podamos ver como espectadores. Para poder ver algo habría que mirar por encima del hombro de la niña, o habría que girar el cuadro para mirar por encima del hombro de la mujer.
Como ven, Manet también juega con la propiedad material del lienzo que hace que el plano tenga un envés y un revés; y hasta este momento ningún pintor había pensado en la posibilidad de usar el envés y el revés de un lienzo. En este cuadro, Manet no aplica la técnica pintando lo que hay delante y detrás de la tela, sino forzando al espectador a dar la vuelta a la tela, a cambiar de posición, para poder ver, al fin y al cabo, aquello que cree que debería ver, y que sin embargo no aparece en el cuadro. Y es este juego de la invisibilidad inherente a la propia superficie de la tela lo que Manet representa dentro mismo del cuadro. Podríamos decir, por tanto, que se trata de un procedimiento vicioso, malicioso y perverso. Y es que es la primera vez que la pintura representa algo invisible: las miradas están ahí para indicarnos que hay algo que mirar, algo que existe por definición; y que existe por la propia naturaleza de la pintura, y por la misma naturaleza del lienzo; algo necesariamente invisible. "



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