Hegel y el idealismo (fragmento)Wilhelm Dilthey
Hegel y el idealismo (fragmento)

"A través del penoso trabajo de este periodo Hegel se ha convertido en un metafísico. Había renunciado al método filosófico genuino, tal como había sido fundamentado por el análisis que Kant hizo de la ciencia. En el nivel de la metafísica, al que había llegado desde el idealismo crítico, tenía que demostrar que el centro de la filosofía radicaba en una lógica superior; sin embargo, al renunciar al método analítico auténtico había renunciado también a los recursos intelectuales para la solución de este problema. Mas como esta metafísica descansaba en la conexión vivida del espíritu, se le abrieron desde este punto nuevas perspectivas sobre la vida histórica. Se anuncia en esta metafísica el «proceso» con su variabilidad «legal». Y también ahora se nos muestra la unidad interior de la situación histórica, de la vivencia y de la metafísica en el desenvolvimiento de Hegel. En el mundo histórico que le rodea se le ofrece un espectáculo que ha seguido siempre con la misma tensión, a saber, las incesantes transformaciones del Estado francés y, bajo su influencia, los cambios en los demás estados, cambios entre los cuales investigó con especial penetración los que iban teniendo lugar en Alemania; en suma, el ejemplo máximo del proceso histórico, en su inquietud sin pausa, que haya experimentado jamás un pensador de la historia. Se sumió desde su metafísica altura en las últimas profundidades de la historia. Empezaron a asomársele categorías históricas de tipo especial. Intentó resolver su problema mediante un método dialéctico real. La conquista más importante y segura lograda en esta época consistió en un ahondamiento en la interioridad del mundo histórico que fue bastante más allá de toda la historiografía anterior. El hecho de que Hegel se sumergiera en la historia partiendo de la religiosidad fue decisivo para la magnitud de la obra aportada a la ciencia europea. Se encuentra junto a Niebuhr —cuyo genio político y cuya crítica histórica crearon la primera historia de un cuerpo político—, como fundador de la historia de la interioridad del espíritu humano. Para esto traía consigo cualidades rarísimas, sobre todo aquel retener trabado en el ánimo todo lo vivido, en lo que tanto se parecía a su amigo Hölderlin, y de esto procedía su conciencia, no sólo de cómo esta o aquella adquisición de una época es legada a la siguiente, sino de cómo toda la trama espiritual de una época como algo vivido, conservado, superado, constituye la condición de la situación que se forma después. Y de la cautelosa hondura de un espíritu, que el mundo no ha conseguido fragmentar, le viene la energía para poder convivir los movimientos espirituales en torno suyo, lo cual le permite a su vez revivir hasta en su entraña más recóndita el pretérito, con todo lo que llevó dentro, con desgarramiento, con dolor, nostalgias y dichas. Lo que en esa época alcanzó en inteligencia concreta de la realidad histórica constituye el fundamento de su Fenomenología del espíritu, y a veces hasta idénticas palabras resuenan en la más poderosa de sus obras. "


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