Doña María la brava (fragmento)Eduardo Marquina
Doña María la brava (fragmento)

"Príncipe.
¿Por qué,
ya que había de amarla
de este modo funesto
y contra ley. Vivero,
no he nacido también,
como Alonso, hijo de ella?
¡Hijo suyo!... Hoy, haciendo
duelo conmigo de
la muerte del hermano,
tendrían sus caricias
el agrio poder de
las cosas exclusivas;
me abrazaría, al modo
singular que yo ansío, .
mezclando en sus caricias,
al dulzor de los besos,
el acre de las lágrimas!...
Por un gesto de repugnancia
que sorprende en Vivero
¡No! No vuelvas el rostro
reprobando. Vivero...
¡ Asesino ! Te acuso
delante de la Corte,
y los sangrientos miembros
de tu cuerpo villano
mañana cuelgan de
la torre del Alcázar.
¡Eres mío! No intentes
contradecirme; ¡aprueba!
Monstruo o dios, yo no soy
como los otros hombres:
en amores, en ansias,
en deseos, en obras»
soy singular y rompo
la ley; ¡que me marcaron
los astros, en la cama
y en el alma!
Vivero.
¡Señor:
hasta el crimen soy vuestro!
Si os he enojado, dadme,
matándome, castigo. "



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