Sincronía, diacronía e historia (fragmento)Eugenio Coseriu
Sincronía, diacronía e historia (fragmento)

"En efecto, por lo que concierne al origen primero de cada cambio lingüístico y a la naturaleza de las innovaciones iniciales, lo más a menudo sólo podemos adelantar hipótesis, más o menos plausibles. Así, en el caso de los nominativos plurales en -as que se difunden en el llamado «latín vulgar», pueden presentarse (en su orden progresivo de probabilidad) tres soluciones distintas. Podría tratarse: a) de revitalización de un modo arcaico, es decir, de un fenómeno de selección; b) de uniformación con los nominativos plurales idénticos a los acusativos (-es/-es, -us/-us), es decir, de un fenómeno de «analogía» o, mejor, de creación sistemática; c) de extensión de un modo gramatical itálico, o sea, de un préstamo gramatical. Con respecto a la palatalización de las velares latinas ante e, i, podemos decir que las palabras pudieron surgir porque el sistema fonológico latino presentaba una zona libre en el orden palatal y que este cambio, como muchos otros, pudo difundirse y generalizarse debido a la decadencia de la cultura latina y al consiguiente relajamiento de la norma lingüística romana. Pero, en lo que atañe a la naturaleza de "la innovación o de las innovaciones iniciales, también en este caso pueden presentarse varias soluciones. Así, podría tratarse de una alteración fisiológica (combinatoria), aunque esto es lo menos probable. Por otra parte, la presencia de ke, ki en vocativos (Marce), en diminutivos (ocelli) y en palabras afectivas (cicaro), aconseja no excluir la posibilidad de una alteración afectiva «expresiva»; aunque lo más probable es que se trate de un fenómeno osco. Y, puesto que no es posible llegar hasta el primer individuo innovador, tampoco se puede excluir que, en cada uno de los dos casos, dos de las «razones» indicadas (y aun las tres) hayan actuado conjuntamente, en la misma innovación, o por separado, en diversas innovaciones materialmente análogas. "


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