Un granizado de café con nata (fragmento)Alessandra Lavagnino
Un granizado de café con nata (fragmento)

"Hoy la he contemplado mientras arreglaba el cuello y los puños de una camisa. La he mirado de perfil —siempre la miro de perfil, o de espaldas— un buen rato. Había vaciado el cerebro de cualquier cosa que no fuera la camisa, porque el trabajo manual, aunque demorado, la absorbe. De ahí su fuerza inmensa. Arreglar cuello y puños. Descoser los viejos, copiarlos sobre la tela nueva empleando la tela por el lado justo, calculando el número de trozos, después seguir el corte con los dobladillos y los refuerzos; el ojal y el botón, después las costuras. Otro tanto, un poco distinto, pero esta vez por duplicado —¡dos veces! ¡Idénticas!—para los puños. Sabía que no podía seguirlo todo, pero intentaba ver las secuencias de las imágenes del trabajo ralentizadas hasta el tiempo necesario para su ejecución, sin nada más dentro; o bien repetidas, cada una de ellas un número x, potencialmente infinito, de veces mientras la ejecución llegaba. La hormiga que camina en fila hacia la meta —una salamandra muerta, pongamos— y tal vez sepa qué es la meta, pero lo más probable es que esté bastante segura de ello —¿cuánto?— aproximativamente, según el mensaje de sus hermanas; la hormiga que a lo largo del trayecto se encuentra y besa a sus compañeras —si bien ese beso es un reconocimiento, no un mensaje— ¿qué piensa ve, durante el larguísimo viaje? Millones de veces la idea «salamandra muerta que comer», o bien el pensamiento-imagen-solicitud hormonal-sueño olfativo se hace grande y fluido, de tal modo que la hormiga lo recorre entero «una sola vez» desde el hormiguero a la carroña? ¿Cómo puede uno moverse de forma autónoma en medio de la corriente que lo arrastra? Einstein, tal vez. Queda la duda de si la hormiga —insecto social, o sea, tropa— canta, durante la marcha: «Allí donde nos esperan las salamandras muertas, ¡vayamos!». Y la hormiga canta, naturalmente, a coro. ¿Pero qué coro puede haber en una fila de hormigas en la que cada una que llega da enseguida la vuelta y besa a todas las demás? Un canon, en el que cada entrada es realizada por una hormiga. O sea, una caballería-ángel de la guarda. Mientras las hormigas cantan, ella cose la camisa. Ella no canta. Ahora ya nada cambiará, nunca. "


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