The Watch That Ends The Night (fragmento)Hugh MacLennan
The Watch That Ends The Night (fragmento)

"En el transcurso de su vida muchas personas habían vertido opiniones muy diversas acerca de ella. Era considerada como una chica solitaria, tímida y extremadamente reservada, pero esta rémora se debía al hecho de que había padecido la penuria de la enfermedad siendo apenas una niña. Sus tendencias lésbicas se presentaron al principio de la veintena y devinieron en toda una osadía en su desesperado afán por vivir y disfrutar. Luego pasó a ser una esposa más, aparentemente satisfecha y serena, con un brillante sentido del humor y una increíble capacidad para hacer amigos. Pero en su fuero interno cuando la gente pensaba en Catherine -yo lo sabía perfectamente- no podían evitar sentir el peso de su tragedia, de su drama personal, a causa de la condición de su corazón. A pesar de su aspecto juvenil, ellos se la representaban ante sus ojos como una anciana prematura -al menos así sucedía con sus amigos- cuyo tiempo era limitado.
Ella era también una artista, en un principio y en gran parte a causa de lo oneroso de su soledad y posteriormente porque dicho arte era su principal valedor para enfrentarse a la colisión con un mundo que ella amaba pero que poco a poco se había ido difuminando en su entorno. Ella creía firmemente -me constaba- que si lograba vivir el tiempo suficiente dejaría tras de sí el testimonio y el legado de unas pinturas que serían muy estimadas en el futuro. Esta Catherine era realmente ambiciosa. Esta Catherine era también cautiva del poso de su propia soledad y -me atrevería a afirmar- que había días en los que ella me excluía totalmente de su particular universo debido a la singular comunión que ella había forjado con el color y la forma. Ella podía ser realmente despiadada. Todos los artistas lo son. "



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