Fiebre marina "Debo volver al mar, al solitario mar y al cielo. Y sólo pido un velero y una estrella para timonear hacia ella, y el tirón de la rueda y el canto del viento y de las blancas velas al gualdrapear, y en el rostro del mar una gris neblina, y el alba cerrada que empieza a clarear. Debo volver al mar, pues el llamado de la mar al pasar, es un llamado salvaje y claro, un reclamo que no se puede negar. Y todo lo que pido es el viento soplando, en un día de blancas nubes, salpicaduras de espuma que vuela y las gaviotas gritando. Debo volver al mar, a la vida de gitano errante, al camino de la gaviota y la ballena, dónde el viento es un cuchillo cortante. Y sólo pido una alegre anécdota, que me cuente un sonriente camarada y un buen dormir, y un dulce sueño al terminar la jornada. " epdlp.com |