Églogas (fragmento) " Micón, Nictilo y el hermoso Aminta Bajo un opaco roble se amparaban Evitando del Sol el rayo ardiente: Cuando Pan de la caza fatigado, Á la sombra de un olmo las perdidas Fuerzas cobraba en apacible sueño. Pendía de una rama su zampoña: Y como si en tener aquella prenda La virtud estuviera de los versos; Ó la flauta de un dios á los mortales Tratar les fuese dado; cautamente La descuelgan los jóvenes; mas ella No como de costumbre resonaba, Ni aquellos dulces sones concertados Rendir era posible; mas por sones Silvos desentonados repetía. Rebullóse el dios Pan el rechinido De su zampoña, y viendo á los zagales; Si versos me pedís, os diré versos, Dijo; que á nadie es lícito las cañas Sonar que yo del Ménalo en las grutas Junto con cera. Yo diré el origen Divino tuyo, Baco, y la semilla Cantaré de la cepa: son debidos Á Baco nuestra voz y nuestro verso. Esto diciendo, al son de la zampoña El nemoroso Pan así cantaba. " epdlp.com |