La tierra natal (fragmento)Juana Manuela Gorriti
La tierra natal (fragmento)

"Se escuchó el rumor de un suspiro bajo el negro velo de la religiosa, que se apresuró á llevar la plática á otra región, más allá de este bajo mundo, donde, sin embargo, tan arraigada está nuestra alma.
Aunque vivamente lo deseara, sepáreme, no obstante, de Mercedes, sin atreverme á pedirle noticias de las otras dos desventuradas que, cual ella, fueron á encerrar en el silencio del claustro los dolores y las decepciones de su vida.
Al traspasar los umbrales del convento, al aspirar el aire y la luz exterior, sentí como si levantaran de mi corazón un grave peso.
La vista de aquella que en otro tiempo fue una joven linda, alegre, turbulenta, y que ahora yacía envuelta en negro sudario, oculta entre las sombras de la muerte, en el sepulcro del claustro y en el ataúd asfixiante de una celda, despertó, con todo su horror, la terrorífica obsesión que siempre atormentó mi fantasía: ¡ser enterrada viva!
Tras una prolongada aspiración que llevó a mis pulmones el aura primaveral de aquella hermosa mañana, —Vamos —dije— vamos á respirar el rico oxígeno de estas alturas. ¡Cerro querido! ocupada de mis afecciones humanas, se olvidaba de ti, ¡genio tutelar de Salta!—
Y al levantar los ojos hacia el cerro que á corto trecho de allí se alzaba, prorrumpí en una exclamación de dolor.
Hasta ese momento, solo había visto el San Bernardo en las primeras horas matinales, á través de la irradiación del sol naciente, como una mole oscura.
Ahora, la hermosa montaña, antes vestida desde el pié á la cima de bellísima selva de lapachos, cebiles, yuchanes, seibos y algarrobos, que la primavera cubría de flores, talada hasta su último arbusto, estaba ahí, ante mí, asolada, triste, sin más semejanza de sí misma que su noble perfil, y tan árida y descolorida, como los cerros de las punas.
¿Qué vándalos habían podido consumar aquella devastación criminal, despojando al cerro de su bellísimo ornato, y á la atmósfera de las saludables emanaciones de su arbolado? Y las autoridades encargadas del embellecimiento de la ciudad y de su higiene, ¿por qué lo habían permitido? "



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