La zapatera prodigiosa (fragmento)Federico García Lorca
La zapatera prodigiosa (fragmento)

"ALCALDE - ¿En el trabajo?
ZAPATERO – En el trabajo, señor Alcalde.
ALCALDE - ¿Mucho dinero?
ZAPATERO – El suficiente.
(El ZAPATERO sigue trabajando. El ALCALDE mira curiosamente a todos lados.)
ALCALDE – Tú no estás bueno.
ZAPATERO (Sin levantar la vista) - No.
ALCALDE – La mujer.
ZAPATERO (Asintiendo) – La mujer.
ALCALDE (Sentándose) – Eso tiene casarse a tu edad… A tu edad se debe ya estar viudo… de una como mínimum… Yo estoy de cuatro: Rosa, Manuela, Visitación y Enriqueta Gómez, que ha sido la última; buenas mozas todas, aficionadas al baile y al agua limpia. Todas sin excepción han probado esta vara repetidas veces. En mi casa… en mi casa, coser y cantar.
ZAPATERO – Pues ya está usted viendo qué vida la mía. Mi mujer… no me quiere. Habla por la ventana con todos. Hasta con don Mirlo, y a mí se me está encendiendo la sangre.
ALCALDE (Riendo) – Es que ella es una chiquilla alegre; eso es natural.
ZAPATERO – Ca. Estoy convencido… yo creo que esto lo hace por atormentarme. Porque estoy seguro… ella me odia. Al principio creí que la dominaría con mi carácter dulzón y mis regalillos, collares de coral, cintillos, peinetas de concha… hasta unas ligas. Pero ella… ella es siempre ella.
ALCALDE – Y tú siempre tú, ¡qué demonio! Vamos, lo estoy viendo y me parece mentira cómo un hombre, lo que se dice un hombre, no se puede meter en cintura, no una, sino ochenta hembras. Si tu mujer habla por la ventana con todos, si tu mujer se pone agria contigo, es porque tú quieres, porque tú no tienes arranque. A las mujeres, buenos apretones en la cintura, pisadas fuertes y la voz siempre en alto, y si con esto se atreven a hacer quiquiriquí, la vara, no hay otro remedio. Rosa, Manuela, Visitación y Enriqueta Gómez, que ha sido la última, te lo pueden decir desde la otra vida, si es que por casualidad están allí. "



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