Diálogos sobre Mozart (fragmento)Nikolaus Harnoncourt
Diálogos sobre Mozart (fragmento)

"En Occidente, en los siglos anteriores de vida musical, incluso de la vida cultural en general, la autenticidad era algo tan natural que no desempeñaba ningún papel. Nadie hablaba de ella, nadie la exigía, nadie lamentaba su falta; no era un problema en absoluto. El arte existía simplemente como un componente importante de la vida, también como el espejo de la situación espiritual de cada momento; el arte era genuino y auténtico. Lo genuino significa autenticidad en un doble sentido: en primer lugar, con respecto a la verdad y a la credibilidad del contenido de una expresión, y, en segundo lugar, con respecto al origen; en este segundo sentido, que en la actualidad es acaso el más corriente, la autenticidad no tiene nada que ver con la verdad. Una expresión auténtica puede deformar la verdad y, por otra parte, una expresión fingida puede comunicar verdad. La interpretación auténtica de un escrito, por ejemplo, es únicamente aquella que el mismo autor da.
Como la música de los tiempos pasados era ejecutada primeramente por el compositor —estoy pensando ahora, por ejemplo, en la música de Monteverdi, Bach, Mozart, Beethoven—, la interpretación sonora, que presenta cada ejecución de una pieza musical fiada en partituras, era, por supuesto, auténtica. La cuestión de la autenticidad era poco interesante incluso en la ejecución realizada por otros músicos. La música se concebía como lenguaje, las personas lo comprendían y reaccionaban ante él. No se preguntaban si la ejecución se correspondía con las intenciones del compositor; ésta debía cumplir su sentido, era rechazada o aceptada, su «autenticidad» era irrelevante. Es obvio que algunos compositores se preocupaban por fiar lo más claramente posible sus intenciones porque para ellos era muy importante la comprensión del público (Bach en lo relativo a los adornos que había que ejecutar, y Mozart y Beethoven en lo relativo a los tiempos, eran especialmente meticulosos en este sentido, pero esas instrucciones no tenían ningún carácter vinculante). "



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