Jesucristo (fragmento)Adolphe Gesché
Jesucristo (fragmento)

"En cierto sentido la narración es el lugar primero donde se asume y se comprende la identidad que buscamos. Allí es donde ha nacido, al menos para nosotros. Antes de la identidad histórica (que en adelante no podrá ser juzgada adecuadamente si no es a partir de la identidad narrativa), como antes de la identidad dogmática (que no será posible percibir si no es en esa línea), la identidad narrativa constituye, en definitiva, el interfaz, el lugar en el que todo se decide. Constituye el nudo, el análogo primero de cualquier interpretación de Jesús y, si se tuviera que elegir entre todas, a ella es a la que se debería conceder la prioridad absoluta. Pero, de hecho, permite restituir la cuestión histórica y la cuestión dogmática a sí mismas y a sus exigencias legítimas. Aquí es donde podemos precisar, más al detalle, lo que aporta la identidad narrativa, de una parte a la identidad histórica y, de otra, a la identidad dogmática.
En cuanto a la primera, en contra de la tendencia fideísta, tenemos que resistir al menosprecio de la historia, al ahistoricismo idealista. Un pensador judío nos lo recuerda con vehemencia poniendo en claro, si llegáramos a olvidarlo, que sin el Jesús histórico recorriendo los senderos de la vida, «un Cristo que se limitara a ser sólo Cristo [correría el riesgo de prestarse] a todos los intentos de deificación y de idolatría». Por eso Ricoeur ha insistido precisamente en el hecho de que en la identidad narrativa no existía ninguna suspensión ni exclusión de la referencia, ninguna polarización monopolizadora en el texto como si éste constituyera todo el horizonte de lo verdadero y de lo real. Teniendo en cuenta los análisis de R. Ingarden, éste observa que «toda frase apunta hacia algo más allá de sí misma». «Toda propuesta referente al sentido es, al mismo tiempo, una pretensión de la verdad». En una palabra, es preciso despositivizar el acercamiento histórico. "



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