Las aventuras del maravilloso perro Cuatro Remos (fragmento)Daniel Barros Grez
Las aventuras del maravilloso perro Cuatro Remos (fragmento)

"Cuando Cecilia estaba a mi cargo, a pesar de mi ojo vigilante, el hijo de un inglés logró hablar con ella e interesar tal vez su sencillo corazón. Yo misma tuve la debilidad de permitir que ese mozo nos visitase una vez; pero cuando tomé informes sobre él y me convencí de su mala conducta y de su peor carácter, que cubre con la más refinada hipocresía, me arrepentí de mi imprudencia y le cerré las puertas de mi casa. ¿Qué otra cosa había de hacer yo, convencida como estaba de que ese mozo quería casarse con Cecilia sólo por amor a la herencia que le dejó su padre? Él es, además, un perdulario, y aunque se dice educado en Europa, no ha aprendido allá otra cosa que a gastar dinero a roso y velloso en placeres que el pudor me impide nombrar. Y no puede ser de otro modo, pues la educación que ha recibido Alfredo (tal es su nombre) es una educación protestante: por manera que hasta este gran defecto presenta el pretendiente de Cecilia, pues el bueno del inglés, su padre, que es uno de los protestantes más empecinados y enemigos de la religión, no ha querido hacer bautizar a su hijo. Figúrese usted cuál será el porvenir de su sobrina con un esposo sin religión, sin conciencia, sin temor de Dios, hipócrita, de mal carácter, derrochador y que se quiere casar con ella sólo por atrapar la fortuna que él ha menester para satisfacer sus viciosas pasiones.
Ahora he sabido que está en Santiago, adonde ha ido para ponerse en relaciones con Cecilia. No será mucho que logre introducirse en casa de usted y aun llegue a seducirlo valiéndose de la maña que él sabe emplear en casos semejantes con una maestría capaz de engañar a las personas más experimentadas.
Usted puede hacer de esta carta el uso que crea conveniente y aun mostrársela a él mismo, si le parece. Yo, al escribirla, no he hecho más que cumplir con un deber de conciencia. Dios me perdone si en ella se me ha escapado alguna palabra injusta; y usted mande a su servidora, etc. etc. "



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