Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea (fragmento)Fray Antonio de Guevara
Menosprecio de la corte y alabanza de la aldea (fragmento)

"Es privilegio de aldea que no tengan allí los hombres mucha soledad ni enojosa importunidad, del cual privilegio no gozan los que andan en la corte y viven en los pueblos grandes, a do cada día les faltan los dineros y les sobran los cuidados. ¡Oh feliz vida la del aldeano, el cual no se levanta con cuidado de madrugar al consejo, de ir a las diez a palacio, de contentar al portero, de acompañar al presidente, de aguardar al privado, de estar al comer del rey, de buscar a do coma, de andar tras aposentadores y contentar a contadores! En lugar de estos cuidados, tiene el aldeano otros pasatiempos, es a saber, oír balar las ovejas, mugir las vacas, cantar los pájaros, graznar los ánsares, gruñir los cochinos, relinchar las yeguas, bramar los toros, correr los becerricos, saltar los corderos, empinarse los cabritos, cacarear las gallinas, encrestarse los gallos, hacer la rueda los pavos, mamar las terneras, abatirse los milanos, apedrearse los muchachos, hacer puchericos los niños y pedir blancas los nietos.
Es privilegio de aldea que allí sean los hombres más virtuosos y menos viciosos, lo cual no es así por cierto en la corte y en las grandes repúblicas, a do ay mil que os estorben el bien y cien mil que os inciten al mal. ¡Oh bienaventurada aldea en la cual el buen aldeano guarda el día del disanto, ofrece en la fiesta, oye misa el domingo, paga el diezmo al obispo, da las primicias al cura, hace sus Todos Santos, lleva ofrenda por sus finados, ayuda a la fábrica, da para los santuarios, empresta a los vecinos, da torrezno a San Antón, harina al sacristán, lino a San Lázaro, trigo a Guadalupe, finalmente, va a vísperas el día de la fiesta y quema su tabla de cera en la misa! No sólo es buena el aldea por el bien que tiene, más aún por los males de que carece; porque allí no ay estados de que tener envidia, no ay cambios para dar a usura, no ay botillería para pecar en la gula, no ay dineros para ahuchar, no ay damas para servir, no ay bandos con quien competir, no ay cortesanos a quien requerir, no ay justas para ser vestir, no ay tableros a do jugar, no ay justicias a quien temer, no ay chancillerías a do se perder, y lo que es mejor de todo, no ay letrados, que nos pelen ni médicos que nos maten. "



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