Los inquilinos (fragmento)Bernard Malamud
Los inquilinos (fragmento)

"Finalmente podía volver a trabajar. Su inspirada idea, tal vez para un final, tal vez para otra cosa, yacía bajo una losa sepulcral anónima.
Willie Spearmint, después de haberse convertido en Bill Spear, añadió más horas a su jornada. Ya no entraba escurriéndose a mediodía en el apartamento de Lesser para dejar la máquina de escribir, sino que aparecía mucho después, a las tres o a las tres y media, y algunas veces se quedaba hasta tarde, ante su mesa de cocina, contemplando el cielo que se oscurecía. Lesser imaginaba que Bill trabajaba en su nuevo libro, pero no lo sabía de cierto porque Bill no le decía nada y él no le preguntaba.
Por lo que respecta a la gramática, hablaron un par de veces sobre oraciones subordinadas, gerundios y gerundios adjetivados, pero el tema aburría a Bill. Dijo que mataba al lenguaje y no volvió a tratar del asunto. En cambio, estudiaba su diccionario de bolsillo, tomaba notas de palabras y aprendía de memoria su significado. Después de llamar por la tarde a la puerta de Lesser, algunas veces se quedaba a tomar una copa y ponían discos. El negro tenía sensibilidad para la música. Mientras la escuchaba su cuerpo se alargaba y en su cara aparecía una expresión de relajamiento e inocencia. Tenía los ojos salientes cerrados y con los labios saboreaba la música. Pero cuando Lesser puso su Bessie Smith, Bill, tumbado en el sofá, la escuchó inquieto, como si montones de chinches estuvieran picándole. "



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