Aymeris (fragmento)Jacques Emile Blanche
Aymeris (fragmento)

"Teníamos una cita con la condesa Pokiloff con el fin de que Darius le presentara a Whistler. La mujer del embajador ruso, la condesa que auspiciaba sesiones de espiritismo -esa misma noche estaba prevista una sesión con Oscar Wilde, pero no en la Embajada sino en Neuilly, en un hotel ajardinado, donde la condesa, morfinómana, haría girar la mesa y evocaría los espíritus de Platón y Alcibíades. Una multitud de abigarrados periodistas, de pintores diletantes, de viudas y de diplomáticos pululaban por los salones ante el luminiscente arbitrio del organizador de aquella gala, Darius Marcellot, provisto de un suntuoso chaleco granate, pantalones grises y áurea chaqueta abotonada. Georges se detuvo ante la multitud, en el instante en que se acercó el Sr. Carolus Duran, con su pelo rizado, decorado su pecho con transversales boatos militares, como si se hallara en la misma presencia de Su Excelencia el Embajador.
Georges le obsequió con el pequeño mohín de una virtuosa reverencia que el maestre exigía siempre a sus cadetes o a sus clientes. Mi amigo dudó si darle realmente la bienvenida a Carolus. Entonces Beaudemont tomó su pequeña mandolina, desafiando a Duran con diversos donaires y afectados dislates. "



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