Bancos de arena, de Puntos de fuga " ¿De dónde hemos salido tantos muertos con este falso aspecto de turistas? Un reluciente sol, con un brillo de plástico, incongruente en medio del invierno implacable, se ha sumado a la farsa y prodiga una luz que no calienta. Todos nos contemplamos con asombro. ¿Qué diablos ha podido hacer que los variados cursos de nuestras vidas confluyan hoy aquí, en un remoto, perdido, frío y gris embarcadero? Mientras llega la hora de partir, ocultamos la creciente extrañeza, exhibiendo cierto interés -que es falso- por las tiendas fantasmas de la orilla llenas de baratijas: regalos para muertos, que confirman que todo es espectral en tan yerto escenario. Por fin, un hombre, casi sin rostro, extiende la pasarela y, mecánicamente, vamos subiendo al barco, que ha de llevarnos río abajo, hasta su desembocadura. Una voz oficiante explica en alto las maravillas -que nadie contempla- de tan desoladora travesía entre Iodos y barros. Corriente arriba, sí, alguien exclama, mirad, allá a lo lejos, pasa un pájaro. El motor agoniza lo mismo que las aguas. Las riberas muestran sólo hierbajos, pajas, juncos. A la vuelta del último meandro, de pronto, el mar, de frente. Y esa voz, que nos habla del peligro de que queden varadas nuestras vidas en sus bancos de arena. " epdlp.com |