Viaje siniestro (fragmento)Conrad Richter
Viaje siniestro (fragmento)

"La noche se mezclaba con el apagado resplandor del horizonte, pero allí no había oscuridad. Las pequeñas bombas incendiarias habían ido extendiendo el fuego, al parecer empujado por el viento, y ahora el hombre contemplaba un inmenso océano de llamas. Todo estaba envuelto en unas inmensas olas rojizas. Mientras contemplaba aquel espectáculo, las lágrimas acudieron de nuevo a sus ojos, aunque sabía que no habría lágrimas suficientes para apagar aquellos incendios.
Se volvió hacia el hombre sentado ante el escritorio, notando por primera vez que llevaba uno de los uniformes reservados para los generales.
Por lo tanto, debía ser el comandante en jefe. Sí, ahora estaba seguro de ello ya que, alrededor del escritorio, el suelo estaba inundado de papeles. Tal vez eran mapas anticuados, tal vez eran tratados anticuados. Poco importaba ya lo que pudieran ser.
Detrás del escritorio, colgado de la pared, había otro mapa, y este importaba mucho. Estaba literalmente cubierto de banderitas negras y rojas, y al hombre le costó muy poco descifrar su significado.
Las banderitas rojas significaban destrucción, ya que una de ellas se encontraba clavada sobre el nombre de aquella ciudad. Y había una sobre
Nueva York, una sobre Chicago, Detroit, Los Ángeles... sobre todos y cada uno de los centros importantes.
Miró al general, y finalmente fluyeron las palabras.
—Debe ser terrible.
—Sí, terrible —dijo el general.
—Millones y millones de muertos.
—Muertos.
—Las ciudades destruidas, el aire envenenado, y ninguna posibilidad de escape. Ninguna posibilidad de escape a ninguna parte del mundo.
—Ninguna posibilidad.
El hombre se volvió hacia la ventana y contempló el Infierno una vez más.
Pensando: Este es el fin del mundo. "



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