Jesús el pobre (fragmento)José Soler de la Fuente
Jesús el pobre (fragmento)

"Allá por los años de no sé yo cuántos, que la fecha no importa un comino al asunto, vivía en mi lugar una familia que, aunque yo andaba algo de capa caída, gastaba tantos humos como Gerineldos y más fantasía que lacayo de ministros. Pedro Lilla era el nombre del padre, un señor muy estirado, con cuello de cigüeña, nariz de gavilán, ojos de tortuga, flaco como los espárragos de sus trigos y más largo que una Nochebuena sin colación; pero las gentes del pueblo dieron en corromper las letras de su nombre y le llamaban Polilla, sin duda por alusión a la miseria de don Pedro, que tocando a liberalidades podía apostárselas con el mismo licenciado cabra. Se hallaban todos en su casa siempre a la cuarta pregunta, y ni aún arañas se veían en ella, que por no haber, ni sitio donde tejer sus telas encontraban.
¿Y qué decir de su mujer Doña Damiana, con sus redondos anteojos, peluca rubia, nariz neutra, entre Roma y Cartago; boca de guerra, fortificada con almenas de dientes, y su cortés cuerpo de reverencia perpetua? Pues en lo avarienta y miserable no iba en zaga a su don Pedro, que un ojo de a cara hubiera perdido, ya que no dado, por haber nacido el día de Santo Tomás, en vez del de san Damián, y que la llamasen Tomasa y no Damiana, que ni aún en nombre podía sufrir el que la pidieran. "



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