Narciso negro (fragmento)Margaret Rumer Godden
Narciso negro (fragmento)

"Todos tenían miedo a los bhûts, los hindúes y los budistas por igual, y el pequeño cristiano Joseph se negaba a ir solo a casa del señor Dean por la noche a causa de los bhûts que poblaban el camino.
La gente no paró de entrar y salir con sigilo durante todo el día; en el porche se oían voces respetuosamente bajas y pisadas que iban y venían. Una marea de amor y simpatía pareció inundar el convento; estaba en la falda oscura de Ayah cuando iba a recibirlos, y en las figuras de porcelana bajo las ramas de picea; surgía de las caras felices de los niños cuando se apiñaban alrededor, y se oía en las voces de las monjas cuando hablaban entre sí y en las velas que habían encendido ante el pesebre. Todo el día la hermana Clodagh había percibido esa sensación de logro y amor y una vez más escribió a la madre Dorothea en términos radiantes.
A medianoche la hermana Clodagh recitó las oraciones y los salmos de Navidad. Había llegado el armonio nuevo; lo habían llevado dos ponis, ambos uncidos bajo su peso. Cuando lo desembalaron, la paja de protección estaba congelada, pero no había sufrido ningún daño, y cuando la hermana Miel lo tocó, la música flotó montaña abajo. El viento la llevó por encima de los árboles y al otro lado del desfiladero. En el pueblo, se despertaron para escucharla; entró por las ventanas de la casa del general y llegó al señor Dean, sentado a la mesa de su comedor bebiendo el whisky que le había enviado el general por Navidad. Hacía tiempo que la hermana Miel no tocaba y a veces, incluso después de ensayar, en lugar de una nota salía un largo resoplido de viento o una repentina vibración que sobresaltaba a los presentes y sacudía los cristales.
En la capilla reinaba un ambiente festivo. Habían colocado ramas en los alféizares y también cruzadas al pie de las estatuas. Sobre el altar, estaban los escasos y preciados ramilletes de acebo procedentes de los setos de Canstead. Después de las oraciones vinieron los villancicos, que las hermanas siempre cantaban durante la primera hora de la madrugada de Navidad. La hermana Briony, la hermana Philippa y la hermana Ruth se habían levantado en la primera fila, Kanchi y Joseph en los asientos vacíos detrás de ellas; la hermana Clodagh estaba junto al altar de cara a ellos cuando se abrió la puerta a la noche y entró el señor Dean acompañado del joven general, Dilip Rai. "



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