La fundación del Monasterio de El Escorial (fragmento)Fray José de Sigüenza
La fundación del Monasterio de El Escorial (fragmento)

"A los dos lados, en medio de los espacios que hay desde este pórtico a las torres, hay otras dos puertas harto hermosas y de buen adorno. A los lados suben dos pilastras cuadradas hasta la cornisa; las dos extremas se rematan con su acrotera y bola grande encima; las dos de adentro suben, haciendo sobre todo el edificio otros dos frontispicios; en medio, una ventana grande, y encima, su témpano y acroteras y los mismos remates, que todo hace una vista de majestad y grandeza. Las puertas tienen de claro diez pies en ancho y veinte en alto, jambas, trasdoses, dinteles y sobredinteles, todos de piezas enteras, labrados con tanto cuidado que no falta sino el pulimento. Tienen también capirotes o coberturas, y encima de ellos, dos ventanas grandes rasgadas de arco, una encima de otra, con que se ocupan los ochenta pies que se levantan estos frontispicios, con otros adornos de nichos y tondos y fajas que los hermosean.
Estas tres portadas hacen de gran majestad y vista este lienzo, acompañándole las torres de los extremos en buena proporción, porque se levantan desde el suelo de este paño hasta las cruces de los capiteles más de doscientos pies en alto. La portada principal, hasta las bolas del frontispicio tiene ciento cuarenta; y estas otras dos de los lados, que la una sirve a la cocina del convento y hospedería y la otra al Colegio y seminario, cien pies en alto cada una.
Adorna también mucho todo esto el zoco que corre por lo bajo y la cornija de lo alto, que es muy bien considerada en su proporción y vuela sobre unos canes o modulones de papo de paloma, que le dan harta gracia. Por en medio, a los treinta pies, corre una faja con su bocel bien labrada que lo ciñe todo, atando las fajas o pilastras que suben de abajo arriba, que lo acompañan y hermosean, partiendo y dividiendo el ventanaje, dejando tres órdenes de ventanas en lo bajo y dos en lo alto con extremada proporción.
Las ventanas y puertas con los nichos de este lienzo son doscientas veinticinco; y se tuvo consideración a no multiplicar aquí el ventanaje, porque es el que azota más el aire de Poniente, que, como dije, es todo el azar o padrastro de este sitio, que cuando falta no hay ninguno más templado en las faldas de esta sierra; se desquita el sinsabor del invierno con la frescura que trae consigo el verano, y con que por él es esta casa muy sana, como lo han mostrado estos años, que no ha perdonado a otros más regalados puestos la peste. Los que vienen ahora de Valladolid y de Ávila, por encima de estos puertos gozan mucho de la vista de este lienzo que no se pudo poner para el gusto de todos.
El contrarío de este que mira a Oriente tiene los mismos setecientos cuarenta pies de torre a torre. Pareciera también este muy galano, por los resaltes y salidas que hace del perfil derecho, si no le afeara el testero que está a las espaldas de la capilla mayor de la iglesia, que, como su frontispicio, sube tan alto sobre la casa y aposento real, y no tiene fajas, ni pilastras, ni ventanas, ni otros adornos ni compartimientos, sino un paredón desnudo, y todo lo demás está tan acompañado y vestido, y hace una vista desgraciada y fría. "



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