Los amigos de Eddie Coyle (fragmento)George V. Higgins
Los amigos de Eddie Coyle (fragmento)

"Jackie Brown quedó atrapado en un atasco de tráfico en Watertown. Logró escapar de él un momento y volvió a quedar atrapado en Newton. Al llegar a la 128, el Roadrunner se encontró con una vía de tres carriles atestada de trabajadores del primer turno de las fábricas de electrónica que volvían a casa y avanzó a unos discretos ochenta kilómetros por hora. En Needham había habido un accidente con tres coches implicados y esperó pacientemente en el carril central, rodeado de miles de vehículos, mientras el sol descendía y caía el atardecer. A las cuatro y diez, consiguió liberarse del atasco y volvió a los ochenta por hora. Tomó la rampa que salía a la estación de tren de la 128 a las cuatro y veinticinco. Avanzó a treinta kilómetros por hora hasta el aparcamiento en busca del microbús marrón. Como no lo vio, aparcó cerca de la estación. Abrió la guantera y sacó un casete. Lo metió en el reproductor y Glen Campbell empezó a cantar. Jackie Brown, que tenía los ojos enrojecidos e hinchados, se hundió en el asiento de cuero y cerró los ojos. En las últimas veinticuatro horas, había conducido casi quinientos kilómetros y solo había dormido cuatro horas. Dave Foley y Keith Moran estaban sentados en el Charger verde, a dos hileras de coches aparcados.
[...]
Abandonaron juntos el andén y salieron a la hilera de aparcamiento, delante del Roadrunner y la fila de coches que lo bloqueaban. Tobin Ames encendió el motor, salió despacio marcha atrás del sitio donde estaba aparcado y giró el volante hasta encarar el descapotable que había más adelante. Jackie Brown seguía con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en el respaldo. Foley y Moran se apearon del Charger. Se pusieron sendas gabardinas, metieron la mano en el coche y sacaron las escopetas. Se las pusieron debajo de las gabardinas. Los dos metieron la mano derecha a través del forro de la gabardina y sostuvieron el arma pegada al cuerpo. Echaron a andar hacia el Roadrunner. Foley y Moran hicieron una pausa para que un pequeño grupo de viajeros los adelantara. Una vez detrás del Roadrunner, Foley y Moran se separaron. Foley se quedó quieto. Moran caminó un par de metros y se detuvo. Ferris y Sauter se quedaron hablando al final de la siguiente hilera de coches. Ames condujo despacio el Skylard. Llevaba los faros apagados. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com