Imagen y culto (fragmento)Hans Belting
Imagen y culto (fragmento)

"El problema que representa el hecho de que sólo conozcamos las nuevas creaciones de la pintura de iconos de la capital a través de réplicas con una «segunda» historia propia, hace aconsejable mencionar, aunque sólo sea brevemente, el círculo de los iconos afectados por esta circunstancia. Sólo así se puede plantear escribir una historia del icono en los siglos intermedios. El icono de la Virgen como abogada o intercesora con la petición en la mano lo conocemos gracias a dos réplicas capitalinas de hacia 1100 que, como vimos anteriormente, llegaron respectivamente al monasterio de Santa Catalina del Sinaí y a Spoleto. En la postura lateral y el ademán suplicatorio, ambas obras coinciden con el icono titular de la iglesia mariana de Chalcopratia, donde el modelo surgió probablemente como una variante en la que María se dirige con una petición escrita a Cristo, el que responde (Antiphonites). Ésta era la advocación de un icono de Cristo y, en la vida de la corte, de la instancia que decidía sobre las súplicas. La réplica de la colección del Sinaí está pintada a la encáustica, como las obras de la Antigüedad tardía, aunque esta técnica era aún corriente en el siglo XI, como sabemos gracias a una donación de iconos realizada al monasterio del Gran Lavra en el monte Athos. El sentimiento de ternura y la figura casi incorpórea, rasgos típicos de la época hacia 1100, también los encontramos en la pequeña imagen sobre lienzo de Spoleto, recortada en los márgenes superior e inferior cuando una dama de la familia Petralipha hizo añadir a la obra un revestimiento metálico, en el cual, por cierto, el texto pintado, que repetía literalmente el original, fue sustituido por una versión más larga en la que la Madre de Dios entrega su súplica por la nueva propietaria de la obra, Irene. Los rayos de luz que caen sobre María desde el margen superior derecho señalan que la respuesta que recibe por su intercesión es positiva. "


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