Un problema hemisférico (fragmento), de Matemática dementeLewis Carroll
Un problema hemisférico (fragmento), de Matemática demente

"Supongamos que un martes, en Londres ha comenzado el día; a la hora siguiente será martes por la mañana al Oeste de Inglaterra; si el mundo entero fuera tierra, podríamos recorrerlo a pie siguiendo la pista 37 del martes por la mañana, martes por la mañana a lo largo de todo el mundo, hasta que a las veinticuatro horas regresáramos de nuevo a Londres. Pero sabemos que veinticuatro horas después del martes por la mañana será, en Londres, jueves por la mañana. ¿Dónde, entonces, en este recorrido por toda la tierra, el día cambia su nombre? ¿Dónde pierde su identidad?
En la práctica, no hay ninguna dificultad, porque gran parte del viaje es por mar, y de lo que allí ocurre nadie puede dar cuenta; y, además, hay tantos lenguajes diferentes que resultaría desesperante la tentativa de rastrear el nombre de cada día a lo largo de todo un año. Pero, ¿resulta inconcebible que una misma tierra y un mismo lenguaje continuarán sin cambio todo lo ancho del mundo? No creo que lo sea; y, en ese caso 38, no se distinguiría un día de otro, y tampoco habría semanas, ni meses, etc., de modo que podríamos haber dicho: «La batalla de Waterloo tuvo lugar hoy, hace alrededor de dos millones de horas», o, de lo contrario, habría que fijar alguna línea de demarcación en la que tuviera lugar el cambio, de modo que los habitantes de una determinada casa se despertarían diciendo: «Ahhjum 39, ¡martes por la mañana!», y los habitantes de la casa vecina (al otro lado de la línea), unas pocas millas más al Oeste, se despertarían a los pocos minutos diciendo también: «Ahhjum», pero añadiendo: «¡miércoles por la mañana!» La desesperante incertidumbre en que se hallarían siempre quienes vivieran sobre la línea misma, no me toca a mí decirla. Todas las mañanas habría altercados acerca de cuál sería el nombre del día. No puedo imaginar una tercera posibilidad, como no fuera que cada quien estuviera autorizado para decidir por sí mismo, estado de cosas que sería sin duda bastante peor que los otros dos. "



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