El mal aceptable (fragmento)Giulio Andreotti
El mal aceptable (fragmento)

"Sabíamos que trabajaba para los americanos, pero nadie podía describir con certeza en qué consistía su trabajo. Sólo en una ocasión habíamos hablado del «enlace», aunque su nombre de batalla, El Greco, no decía gran cosa. De hecho, aunque su presencia en las reuniones era más restringida que para la Resistencia romana, se la consideró normal desde el primer día, cuando llegó del Norte con credenciales intachables, desafortunadamente la sombría noticia de la represalia sobre la muerte violenta de Aldo Ortega, en la federación milanesa.
En la tarde de vía Rasella se arriesgó a una dramática captura, al salir del pequeño convento de las Cuatro Fontanas, adonde se dirigía puntualmente dos veces por semana para ayudar a algunos judíos escondidos allí en las buhardillas. Permanecía durante horas para consolar a aquellos pobres, todavía angustiados por la terribles sucesos acaecidos el octubre precedente, de los que habían salido indemnes por unos pocos instantes, casi como consecuencia de un milagro. "



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