El balneario de Battle Creek (fragmento)TC Boyle
El balneario de Battle Creek (fragmento)

"Era un sótano. Piedra y mortero, suelo de tierra, un olor como el del corcho de una botella de vino que se hubiera pasado. Había allí la mezcla típica de trastos viejos: un desvencijado cochecito de niño, herramientas de jardinería oxidadas, un cubo para carbón con un asa rota. La tierra, granujienta y vetusta, se había desmenuzado hasta convertirse en polvo, y en el centro de la habitación, sobre un montoncito, yacía el cadáver momificado de un ratón, un patético amasijo de patitas desnudas. Charlie tuvo que agachar la cabeza y hundir los hombros como un jorobado para no golpearse con las vigas, que eran muy bajas. Apartó el ratón con el pie, asqueado, y miró hacia lo alto de los escalones, donde estaban Bender y Bookbinder, recortados contra el triste cielo de enero.
[...]
Charlie sacó una caja de cerillas y encendió una de las velas que llevaban. La colocó sobre una pila de madera que había en el rincón más alejado y efectuó una somera inspección del lugar. Era grande, de eso no cabía duda, pero el techo no medía más de un metro setenta y cinco centímetros, y el lugar era frío, mugriento, un vertedero de basuras. Oyó unos pasos por encima de su cabeza, sordos y como si arrastraran algo, que se repetían una y otra vez, igual que si alguien estuviera llevando sacos de patatas de un lado a otro. "



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