Mientras alguien llama por teléfono "Gastados, gastados minutos que no podrían ser peores, Minutos de un barbárico consentimiento. —Mirar desde la ventana del baño los pinos, sus oscuras agujas, crecimientos sin propósito cristalizados en madera y donde dos cocuyos están solamente perdidos. Oír sólo un tren que pasa, que debe pasar, como una tensión; nada. Y esperar: pudiera ser que incluso ahora los huéspedes de estos minutos emerjan, algún relajado y poco deferente extraño, liberación del corazón. Y mientras los cocuyos no logran iluminar estos árboles de pesadilla que no sean sus alegres verdes ojos." epdlp.com |