Los mejores años de nuestra vida "Con su luna entre jaulas, Córdoba tuvo que ser testigo de las piedras con que marqué la vuelta del exilio, mientras la Transición ardía en pactos y enterraba a los quintos sin ejército. País del Cuaternario, Iberia libre progresaba del mono a la aeronave, del crucifijo a mítines de barrio, pero yo apenas firme sobre tierra votaba en mis primeras elecciones. Pronto la algarabía se hizo sorda. Ilusión y derrota en lentas caravanas armándose en los ojos. Imposible cualquier regreso, fósil el amor, mentira entre verdades, musical chubasco entre tormentas el amor, miliciano cavando una trinchera en defensa del fuerte, juvenil zapador sin fronteras el amor. Ya no abarcaba mayor latitud cuando crecí de golpe en pocos días, y estaba intacto delante de mí verde musgo el futuro imperativo como una sábana tan mal planchada que la piel se arrugaba prematura. Hoy sé los varios trucos de engañarse, en el saqueo he descifrado el código que esmalta la memoria en rosa oscuro: principio de la sangre niña, tinto adolescente que se cristaliza igual que azúcar glas por el pretérito, por el secano abrupto de los cauces que un día fueron caudal de banderas, ríos rojos al viento, el miserere más falso de un mesías. Pero ahora todo es mío: el granate de las telas, lo que no hallé, el presente indicativo, el recuento y la brújula en las urnas cautivas de los años peores de mi vida. " epdlp.com |