Los misterios del horizonte "Recuerdo, por ejemplo, aquellas muchachas que alguna vez perseguimos hasta sus casas, yo lo recuerdo, hoy son esas señoras cargando con las bolsas del supermercado. Nosotros somos un caballero en bicicleta con una cortadora de pasto, nosotros que las perseguíamos hasta sus casas, muertos de un ataque al corazón por las deudas impagas del misterio Yo lo recuerdo si miro al horizonte. ¿Era entonces en serio? Las muchachas que perseguimos hasta sus casas hoy tejen chalecos en una casa de reposo cobran el montepío en un número de cuenta que no es el nuestro ni bañan sus espaldas con el aceite efímero de mis manos para un sol que impertérrito nunca reparó en sus edades. Pero si vuelvo a mirar al horizonte las veo otra vez enemigas de lo absoluto, eternas humoristas cuando el sol parecía brillar para siempre en la falda más hermosa y la más vieja de aquellas muchachas de antaño casadas con un buen partido del ayer antes de que el futuro sólo fuera esto. Yo lo recuerdo, señor capataz. Hoy soy esas señoras. Cargando con las bolsas del supermercado. Cada vez que miro al horizonte. " epdlp.com |