Simple (fragmento)Marie-Aude Murail
Simple (fragmento)

"Kléber elevó los ojos hacia el techo mientras su padre se justificaba. Simple era una carga demasiado pesada, no había quien viviera con él, había que llevarlo de nuevo a Malicroix...
Entre tanto, Simple había volcado encima de la cama la bolsa entera de playmobiles y jugaba a media voz con aire absorto. Pero aguzaba el oído.
—Él no es bueno —dijo de un pequeño cowboy blanco y negro—, él va a ir a la residencia.
Simple adquirió un aire de oscura satisfacción. El hombrecillo recibió amenazas, tortas y un pinchazo.
Luego lo puso debajo de su almohada.
—¡Socorro! ¡Socorro! —gritaba el pequeño cowboy.
Mientras hablaba con su padre, Kléber veía jugar a su hermano.
—Lo mejor sería que encontrásemos un cuartucho de alquiler. Así seríamos independientes... No, papá, no hay que «vigilar» a Simple. Tiene veintidós años.
Simple acababa de sacar su playmobil de debajo de la almohada y se peleaba con él.
—Eres un i-di-o-ta. No quiero volver a verte. Voy a hacer un agujero. Te voy a meter dentro de ese agujero y luego estarás muerto, y yo no voy a estar triste por ti. ¿Dónde está el señor Pimpinejo?
Buscó el conejo con la mirada extraviada. Cuando por fin lo vio se relajó:
—¡Uf! Aquí está. El señor Pimpinejo va a matar a Malicroix.
Inmediatamente, se desató encima de la cama una horrible matanza: el señor Pimpinejo cayó sobre los playmobiles, los lanzó por los aires, los aplastó contra la pared.
—El señor Pimpinejo os va a espachurrar —dijo en voz baja Simple.
Después miró solapadamente a su hermano, que seguía batallando por teléfono.
—De todos modos, tenemos el dinero de la herencia de mamá. No tendrías que pagar el alquiler... Sí, sé lo que hago.
Kléber apagó el móvil tras lograr una vaga autorización paterna. Permaneció unos segundos con la mirada perdida, apretando el móvil contra su corazón. Diecisiete años. Tenía diecisiete años. Acaba inscribirse en el instituto Henri IV en el último curso de Bachillerato.
Después, quería inscribirse en los cursos de preparación para el ingreso en una de las Escuelas Superiores. Y arrastraba con él a una especie de monstruo, a su hermano Simple —cuyo verdadero nombre era Barnabé—, que creía que los conejos de peluche estaban vivos. "



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