János Kodolányi Mi navidad (fragmento) "La soledad en Nochebuena es horrible. La primera vez que probé su bebida amarga fue cuando no pude volver a casa durante la revolución y tuve que esconderme en la ciudad, en mi fría habitación de estudiante de dos escalones de largo. Estaba solo, mis anfitriones y compañeros de estudios se habían ido a celebrar en familia. Por la tarde caminé por las calles nevadas y miré los escaparates casi vacíos. Al anochecer, las calles estaban casi en silencio, sólo una persona que llegaba tarde corría a casa con un paquete bajo el brazo. Recuerdo un viento cruel aullando en aquel atardecer, era un invierno muy frío. Pasando por el frío, finalmente llegué a casa y me senté en mi mesa arrugada. Estaba leyendo a Dostoievski, pero las imágenes de los caballos en casa, el conductor del bigote, la calle familiar, la casa y el patio estaban siempre frente a mí. Sobre la mesa, frente a mí, había una ramita de pino de tres dedos. Lo calenté y lo olí. ¡Cuánta tristeza puede haber en una inhalación de resina! Y las horas transcurrieron lentamente. Yo estaba agazapado en la silla con mi abrigo, Dostoievski delante de mí (recuerdo que eran los hermanos Karamazov) y la rama de pino. Un silencio sepulcral me rodeaba. A lo lejos, con los cristales rotos, los trenes avanzaban penosamente por las tierras heladas. Tenía hambre y no me invitaron a cenar. Tenía frío y no podía sentarme frente a una estufa llena de leña ardiendo. Quería hablar y estaba solo. Mi corazón estaba lleno de amor y cariño, pero ¡a quién podría haber besado! Así es la Navidad de los que no tienen a nadie. " El Poder de la Palabra epdlp.com