Noches y nieblas (fragmento)Carlo Castellaneta
Noches y nieblas (fragmento)

"Tal vez cincuenta, cien metros. Al final del pasaje San Carpoforo, en la esquina con Via Mercato, los alemanes nos indican que no podemos pasar. Hay otros, casco y rifle en mano, uno en cada salida de las calles laterales. Una redada. Aunque no veo los camiones. Un oficial cruza la calle y hace sonar su silbato dos veces. Vienen por Corso Garibaldi, buscando casa por casa, la verdulera ha salido corriendo con la barra en la mano para bajar la persiana, oigo órdenes gritadas en alemán, un grupo de cascos avanza desde Pontaccio tomados de la mano, tengo para mostrar mi tarjeta, pregunto si ha habido algún ataque, parece que no, es solo un ataque sorpresa, el cielo empieza a oscurecerse, tendrán que darse prisa si no lo hacen quieren arriesgarse a que algún pez se escape de la red, estas casas antiguas, estos patios con rejas esconden fácilmente a desertores y rebeldes, una mujer con una bolsa de compras se atreve a preguntar qué pasa pero el alemán no puede responder, nada extraño, yo explico, una simple operación policial, control de documentos, no hay que tener miedo, peor para los que no cumplen, me miró fijamente y se alejó con desconfianza, los tranvías estaban parados cerca de Piazza del Carmine y de la carretera. Claro, parecía un campo de batalla, en el centro el coche del oficial alemán estaba colocado de lado, un cochecito de gendarmería parecía hacer evoluciones, frenaba y se alejaba de nuevo en grandes semicírculos, estaba a punto de salir cuando escuché el grito, en la esquina de Pontaccio, y luego más gritos, no entendimos lo que estaba pasando hasta que vimos a un impermeable, pequeño de estatura, corriendo a una velocidad vertiginosa cerca de la pared, cruzó y chocó con la anciana. Con la bolsa, vi unas manzanas rodando por las vías del 17, ahora incluso los pocos curiosos se alejan, alguien sale corriendo, aumentando la confusión, el sidecar sale en persecución, gritos alemanes y luego un disparo de fuego. Él venía hacia mí e instintivamente me lancé a cerrarle el paso, el otro hombre se dio vuelta, cruzó las vías, dobló la esquina del cruce, ya había tomado una buena ventaja, ante mis ojos lo dejaron escapar, un German corre delante de mí pero sin convicción, lo paso a tiempo de ver al fugitivo que se lanza hacia Piazza Castello, tratando de mezclarse con los transeúntes, unos minutos más y oscurecerá, deberían traer perros lobo, pensé mientras corría hacia a una velocidad vertiginosa, cuando hacen estos raids, ahora de lejos veo el impermeable balanceándose en el pavimento, tengo que parar porque me explota el corazón, saco mi arma, apunto bajo, disparo. "


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