Bruno Wille El castillo vespertino (fragmento) "Nací dos veces, y en ambas ocasiones mi patria se llamó castillo: Magdeburgo en una, Abendburgo en la otra. Si nací en Magdeburgo para lo temporal, mi renacimiento para lo eterno tuvo lugar en Abendburgo. En la ciudad del Elba, el día del solsticio de verano del año mil seiscientos seis, emergí del vientre oscuro a la luz, un brote de carne con aliento y grito. En el bautismo me pusieron el nombre de Johannes Martinus Tilesius, vulgo Tielsch, porque nací el día de San Juan y porque, además, mi padre era predicador en la iglesia de San Juan. Su esposa, mi buena madre, se llamaba Barbara Tilesia y su nombre de soltera era Angern. Como mis padres me contaban a menudo, durante los primeros meses de mi estancia terrena lloré día y noche, tanto que mi madre no podía dormir y a veces se quedaba dormida durante la gracia por el cansancio extremo. Pero un antiguo maestro de la iglesia dice: Si un niño recién nacido llora continuamente, es profeta de años tristes de vida. A mí ciertamente me ha pasado esto. Si cuento todos los miedos y tormentos por los que he pasado en mis años de soltero y adulto, todas las lágrimas en las que nadé como en un río, lágrimas por falta de armas y hambre, lágrimas por propiedad perdida, amor y lealtad desvanecidos, lágrimas de ira impotente y esperanza decepcionada, también lágrimas de remordimiento por las fechorías cometidas, lágrimas finalmente del ardiente anhelo de salvarme de este valle oscuro hacia la luz sagrada de arriba... considerando todo esto, debo creer que mis aullidos infantiles eran una premonición del futuro y un oscuro deseo de abandonar nuestro ansioso mundo muy pronto. Ha habido momentos en que me he tirado de los pelos y me he lamentado: "¿Por qué no comprendieron entonces al niño que lloraba y no lo dejaron ahogar en el primer abrevadero como si fuera la piel de un gato?". Pero claro, ahora lo sé: la fuente no nos trajo aquí para disfrutar de vanos placeres, sino para redimirnos de la lúgubre ilusión y alcanzar el castillo transfigurado de la noche. " El Poder de la Palabra epdlp.com