Camelia (fragmento) "Ya no aguanté más, así que me abalancé, agarré a nuestro gallo y lo llevé adentro. Ojalá le hubiera dado más gochujang. Me arrepiento de haber preparado el wrap tan apresuradamente. Volví al frasco y le di otro sorbo de gochujang bajo la barbilla. Quizás por la emoción, se negó a comer por un momento. No tuve más remedio que tumbar al pollo y meterle la colilla en la boca. Luego preparé un poco de gochujang y lo vertí poco a poco en el agujero. El pollo parecía sufrir, riendo y estornudando, pero decidí que el sufrimiento inmediato no valía la pena el derramamiento de sangre diario. Pero después de darle un par de paquetes de gochujang, finalmente perdí la calma. Por alguna razón, el pollo, que antes estaba fresco, giró lentamente la cabeza y cayó en mis manos. Lo escondí rápidamente en la madriguera, temiendo que mi padre lo viera, pero finalmente recobró el sentido esta mañana. Mientras venía para acá me di cuenta que esa maldita chica debió aprovechar el momento que no había nadie en casa para entrar y sacarlo del armario. Me preocupaba volver a coger el pollo y quedármelo dentro, pero no pude evitar subir al monte a cortar leña. Mientras arrancaba agujas de pino, me di cuenta de que quería desesperadamente darle la vuelta a ese viejo leñador. Esta vez, le daría un buen golpe en la espalda, así que bajé corriendo, con el tronco a la espalda." epdlp.com |