Pino (fragmento)Olena Pchilka
Pino (fragmento)

"¡Ivas presenció un "milagro" verdaderamente maravilloso! Cuando su niñera lo condujo a su habitación al anochecer, y al llegar al umbral de la sala de estar de aquel señor, al contemplar aquel pino, ¡quedó completamente atónito!
¡Mi mundo brillante! ¡Ivas ni siquiera reconoció su pino! Brilla con velas y faroles, todas las ramas están cubiertas de manzanas, una especie de baratijas, rojas, azules, doradas... ¡Es tan brillante para los ojos! Bajo el pino, en el puente, hay muñecos, saltamontes, algo así... Y entonces, alrededor del pino, unos niños tan extraños empezaron a caminar... ¿O tal vez eran muñecos vivientes? Tan hermosos, con rizos, tan artificialmente vestidos... ¿Qué es esto? ¿Es un sueño o está sucediendo de verdad?
¡Y el pino se yergue, brillando como una estrella en el cielo! ¡Pues ella estaba feliz!
"¡Aquí está mi felicidad!", dice. "¡Sabía que me esperaba un destino difícil! ¡Dios mío, qué bonito, qué hermoso! ¡Cuánto lo alaban todos! ¡Si tan solo vieran las notas adhesivas!"
Pero el hermoso pino no se alegró mucho: las velas aún no se habían consumido del todo, y ya las habían apagado (temían que saliera humo si las colillas empezaban a humear). Entonces empezaron a quitarle los adornos. ¡Se llevaron todas las golosinas, baratijas y juguetes! Solo quedó lo que no habían notado o que ya no necesitaban: unas cadenas de papel y algunas cositas...
Un pino se yergue, desmantelado, oscuro, preguntándose, incapaz de evitarlo: ¿qué es esto? ¿Lo han desmantelado? ¡¿Les da igual?!
Era cierto: ya nadie la quería. Todos se dedicaron a recoger las golosinas y baratijas que le habían quitado. Todo se repartió entre los niños. Incluso Ivas, gracias a la bondad de la niñera y la pequeña, consiguió unas nueces doradas, manzanas rojas, dulces en una canasta pequeña, un saltamontes tierno y un pez dorado de papel."



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