Los millones (fragmento) "A partir de ese momento, reinó un silencio especial en la casa de los Bakharevsky, como si alguien hubiera socavado la alegría anterior con una mano. El otoño ya comenzaba, aunque todavía era agosto. Hubo dos mañanas tan frías que todo el jardín de los Bakharevsky se cubrió de manchas amarillas y el parterre del patio se volvió completamente negro. Los días se acortaban, y por la noche se levantaba un viento fuerte que zumbaba durante un buen rato en el jardín, revolviendo las hojas secas y silbando en cada grieta. El supersticioso Luka se santiguaba y rezaba al oír el golpe de una plancha de hierro contra el tejado o un aullido en la chimenea. Justo detrás del muro se encontraba el estudio de Vasili Nazarich, y el anciano escuchaba cada sonido que llegaba de allí hasta bien entrada la medianoche. Vasili Nazarich tampoco dormía durante mucho tiempo por las noches y siempre estaba escribiendo algo y dejándolo a un lado en el ábaco. "¡Ay! ¡Todo es por culpa de esas malditas letras!", piensa Luka, escuchando cada sonido. Durante el día, el anciano parecía más feliz y no dejaba de mirar al otro lado del patio, hacia las habitaciones de servicio, donde Dosifey, el mudo, estaba a cargo. Marya Stepanovna no tenía secretos para la muda, y esta a veces los compartía con Luka, aunque con mucha cautela, porque Luka a veces se excedía, sobre todo cuando estaba borracho. Luka entraba en la cocina, se sentaba justo a la mesa donde Dosifey estaba a cargo y esperaba pacientemente a que ella le explicara todo el asunto con unos pocos gestos. Allí Luka se enteró de que «Seryozhenka» había tenido problemas con la joven, pero ella no dijo nada; y «Seryozhenka» nunca estaba en ningún sitio, siempre estaba en casa y, como ella misma decía, probablemente estaba enfermo." epdlp.com |