Repetición del pasado (fragmento) "Nunca ha habido ni hay una guerra más amarga que la que terminó en el 45. ¿La oyes? Yo también la oigo, llevo treinta años oyendo sus retumbos. Recuerdos de guerra, no, eso no es para mí en absoluto. Vivo en este tiempo, vivo en un sueño y en la realidad. [...] Llegué al mediodía y no reconocí mi ciudad. Por la mañana, cayó una fuerte nevada en Petropavlovsk-Kamchatski. Apenas llegamos al aeródromo en un todoterreno y allí nos preguntamos un buen rato: "¿Volaremos o no?". Y entonces, adelantamos nueve horas, perdimos una noche en el camino y nos encontramos en Moscú: primavera, soleado, verde, antes de mayo. Volver a casa siempre es una alegría. Volver a Moscú es una alegría doble, porque nuestra ciudad, de alguna manera, tiene un atractivo especial. Y ahora… Hierba fresca que aún no había tenido tiempo de volverse polvorienta y tilos que ya habían florecido visiblemente, mujeres con ropas muy ligeras, retratos de Gagarin y banderas rojas con naves espaciales en las paredes de las casas; todo era tan inusual, como si hubiera regresado de otro planeta. ¿O tal vez sí era de otro? Kamchatka, los Comandantes, las Islas Kuriles... ¡Claro que no! Y, sin embargo, los transeúntes miraban con curiosidad mi larga figura con un abrigo de piel de oveja y un gorro de piel y una pesada mochila." epdlp.com |