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Metros por segundo (fragmento) "Soy una especie de oráculo, digo, pero lo sabe muy poca gente. Oráculo, murmura la directora como si estuviera resolviendo un complicado problema de política exterior. Tengo una clara visión, es ella la que hace que este pueblo esté unido, quizá todo el país. Tira con dulzura de unos hilos, rasga con más fuerza de la necesaria, quita un par de dudas en un santiamén para que todo el mundo tenga vistas al mar. Necesitamos savia nueva, dice y me da un trabajo que no existe y que no he buscado. Lo crea para mí mientras me estudia minuciosamente y realiza un par de llamadas telefónicas rápidas en voz baja. Era el diario, dice, y la verdad es que les vendría bien un consultorio dirigido a todas las edades. Levanto a mi hijo del corral de juego. También hay mucha gente que oficia bautizos, dice, dos pájaros de un tiro. No lo vamos a bautizar, digo. La directora asiente para sí y dice que ya nos encargaremos de eso. Deja el té y el colador en el cajón superior, para la próxima vez. Gracias, digo y le lanzo rodando una pelota amarilla a mí; dice la directora. Eso queremos, digo. [...] Te escribo porque tengo un problema con el tiempo que muchos de mis seres cercanos me han comentado. La verdad es que se me da muy mal vivir el presente y mi cabeza suele ir varias semanas por delante. Debido a mi trabajo, estoy acostumbrada a organizar mucho, ya que soy coordinadora en una gran empresa. En casa hay muchas cosas que hacer porque tenemos tres hijos con actividades escolares, tiempo libre y todo lo que ello conlleva. Mi marido es muy distraído y a menudo nos pone en la misma hora dos compromisos o tres. El resultado es que tanto su familia como sus amigos se dirigen a mí cuando hay que organizar algo. Tenéis que tratarlo con la bruja planificadora, dice mi marido, y, aunque lo diga con cariño, yo lo veo como una crítica, intento vivir el presente con ayuda de la meditación y la música de delfines, pero he de reconocer que me resulta difícil." epdlp.com |