LVII, de Cortejo y Epinicio "La taza de café, la cafetera, el vapor que mitiga a mi esqueleto, la obediente sartén, el amuleto tiznado, la mostaza, la nevera, el roto lavaplatos, la sopera pimpante, los melindres del coqueto jarrón versicolor, el parapeto de vainilla, azafrán y primavera. Lugar de integridades: mi albedrío... Oh dichosa cocina: cuando muera y mi tiempo – sin tiempo – vibre y crezca, en ronroneo fiel todo lo mío claro retorne a tu silvestre estera y tu vapor – sin fin – lo desvanezca. " epdlp.com |