Fausto (fragmento) "Ah Cristo! ¡Quién lo tuviera!... ¡Lindo el overo rosao! Como que era escarciador, vivaracho y coscojero, le iba sonando al overo la plata que era un primor; pues eran plata el fiador, pretal, espuelas, virolas, y en las cabezadas solas traia el hombre un Potosí: ¡Qué!... ¡Si traía para mí, hasta de plata las bolas! En fin, como iba a contar, Laguna al río llegó, contra una tosca se apió y empezó a desensillar. En esto, dentró a orejiar y a resollar el overo, y jue que vido un sombrero que del viento se volaba de entre una ropa, que estaba más allá, contra un apero. Dio güelta y dijo el paisano: -¡Vaya Záfiro! ¿Qué es eso? Y le acarició el pescueso con la palma de la mano. Un relincho soberano pegó el overo que vía a un paisano que salía de la agua en un colorao que al mesmo overo rosao nada le desmerecía. Cuando el flete relinchó, media güelta dio Laguna, y ya pegó el grito: -¡Ahijuna! ¿No es el Pollo? -Pollo, no, ese tiempo se pasó, (contestó el otro paisano), ya soy jaca vieja, hermano, con la púas como anzuelo, y a quien ya le niega el suelo hasta el más remoto grano. Se apió el Pollo y se pegaron tal abrazo con Laguna, que sus dos almas en una acaso se misturaron. " epdlp.com |