Irene o el tesoro (fragmento)Antonio Buero Vallejo
Irene o el tesoro (fragmento)

"Irene, yo la quiero a usted. (Ella le mira un momento, sorprendida. Después baja la vista y sigue cosiendo). ¡Yo te quiero! (DANIEL respira, satisfecho). ¡Ea, ya lo solté! (Parece que ella va a hablar). ¡No! No digas nada todavía. Deja que antes me explique. Te quiero para casarme contigo y para sacarte de este infierno donde te atormentan. (IRENE suelta la aguja y se separa un poco, con la cabeza baja. El se acerca). Ya sé que no valgo nada. ¡Figúrate! Un pobre profesor sin cátedra ni recursos; uno más del infinito ejército de licenciados en Filosofía que no tienen donde caerse muertos. "El estudiante tronado", como dice don Dimas. Se me ha ido pasando la vida y carezco de hogar. Con las pocas pesetillas de la tierruca que tengo en mi pueblo y lo que saco de las clases, apenas puedo vivir. No tengo nada, y lo que es peor, también perdí ilusiones. Hace años que dejé de hacer oposiciones, porque otros más listos o más vivos me ganaban siempre la partida. Soy un vencido... Un inútil Lo sé (Breve pausa). pero, por eso mismo, me atrevo a hablarte. Somos dos solitarios. No pretendo luchar contra tus recuerdos, pero quiero salvarte de la horrenda melancolía en que te veo vivir... Y, también que me salves tú a mi. Tú me estás devolviendo la fe en la vida, que he perdido. Desde que te he conocido, quiero luchar de nuevo. Tú has hecho el milagro, mí dulce, mi triste Irene. ¡Sigue salvándome, tú que puedes hacerlo, Y Sálvate tú!... Acéptame."


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