La madre del poeta (fragmento) "Madre, que nos vamos y Manuel no está. Dicen que se ha ido, pero volverá. Madre, que la guerra no esta para andar, por esos caminos con ochenta ya. Si no voy contigo, marcharé detrás. Madre; siete lobos fui anoche a matar; perseguí sus sombras y tiré el puñal; que eran siete obuses sobre el olivar. Voy a ver que hicieron; déjame ir allá. Si no voy contigo, marcharé detrás. Madre; tengo frío, toso y nada más y aunque tú me arropas, manso de rosal, ojos de mi cuello, pecho de torcaz, tú tampoco puedes calentarme ya, Madre: estoy enfermo, voy a un hospital. Si no voy contigo, marcharé detrás. Madre: ¡adiós España! los traidores ya vienen como los lobos y huye el recental. Sobre las palomas vuela el gavilán; torres sin cigueñas, niños sin hogar ¡Ay cuántas desgracias trajo un rabadán hasta el Pirineo, desde Gibraltar! Un dolor errante y otro dolor más; solos en la senda sin poder andar, ¡Solos! como España, toda en soledad, Tú, tan viejecita, yo, como el que más, tiritando vamos, siempre más allá, sin tener abrigo, sin que tengas pan, bajo los obuses de la adversidad. Si no voy contigo marcharé detrás ¡Ay tierras de Francia! Qué amargas están, sin que a Don Quijote, sol del ideal, venga a recibirlo vuestro Bergerac. Yo voy a la arena y al viento. Tu irás, madre del Cachorro, pena sin sangrar, entre arena y viento sobre el huracán, a donde te lleven, luna de mi paz, lancha sin remeros y ola sin el mar. Si no voy contigo, marcharé detrás. Madre, ¡que me ahoga tanta soledad, que era ayer llanura y hoy es espinar! Ya no tengo frío, no me arropes ya, cepa de mis viñas, manos del rosal, miel entre romero y agua por San Juan, Siento que no siento, miro sin ver ya, Novia de Sevilla, torre sin cantar, sin mis soledades, ¿Dónde quedarás? " epdlp.com |