Un hombre que se va.... (fragmento)Eduardo Zamacois
Un hombre que se va.... (fragmento)

"No odio la gente, pero procuro no acercarme a ella demasiado. Su empeño en hallarse siempre de acuerdo, su miedo al qué dirán, su hipocresía, su egoísmo, me aburren. Sus fiestas son intolerables. Particularmente la del 31 de diciembre. En esa fecha, la mesa dispone de mí, me acapara, me anula y la detesto. Nadie ha podido explicarme por qué en la hora veinticuatro de ese día tanto los ricos como "los sin pan" se muestran felices. ¿Será porque temen no escapar vivos del año que concluye?. (...) “El polígrafo don Julio Cejador –que nunca habló conmigo- dice de mí en su Historia de la lengua y literatura Castellana. “Genio independiente y solitario, y aun adusto, alejado de los corros literarios donde se reparten patentes de valor y nacen envidias; descuidado en darse a conocer en los periódicos...” Soy, exactamente, según me describe, y la razón básica de cuantas cualidades me adornan o me afean, creo hallarla en mi amor a la libertad, o sea la soledad, pues únicamente pueden considerarse libres los que viven solos. De mi afición a callar proviene el desagrado que me causan las personas –se cuentan por millares- que sin tener nada que decir, siempre están hablando. Esto me apartó de esas “peñas de café”, con ínfulas de cátedra, a donde acuden los artistas jóvenes ganosos de renombre, y me impidió buscar el favor de la crítica. Aunque enamorado de la gloria, nunca concurrí a ningún certamen, ni pensé jamás en alcanzar el Premio Nobel, ni solicité el honor de figurar en las Enciclopedias. Retraimiento que no achaco a timidez, ni a orgullo, sino al intocable respeto que me debo a mí mismo. "


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