Elegía contra la guerra (fragmento) "¿Qué locura es esta de llamar a la negra muerte con las guerras? ¡Ella (nos) amenaza, y ocultamente viene con silencioso paso! No hay cosecha de mies allá bajo, sino el audaz cancerbero, y el deforme barquero de la laguna Estigia. Allí la pálida turba (de las sombras) con las mejillas carcomidas y el cabello quemado, vaga errante por los oscuros lagos. ¡Cuánto mejor debe ser alabado aquel a quien la tarda vejez coge en su pequeña casa, después de criados sus hijos! El mismo guarda sus ovejas, y el hijo los corderos, y la mujer prepara agua caliente para el cansado. ¡Así sea yo, Que pueda mi cabeza blanquear con las canas, y (pueda yo) referir viejo sucesos del tiempo antiguo! ¡Entre tanto la Paz cultive los campos! La cándida Paz condujo primero los bueyes para labrar bajo los curvos yugos; la Paz crió las vides y encerró los jugos de la uva a fin de que la tinaja paterna rebosara vino para el hijo. Con la Paz brillan el azadón y la reja; y el moho invade en un rincón oscuro las tristes armas del duro soldado. ¡Ven pues a nosotros, alma Paz, y trae una espiga (en la mano), y tu cándido seno derrame frutos a tus pies!. " epdlp.com |