Oda a las delicias de RungstedlundJohannes Ewald
Oda a las delicias de Rungstedlund

"En las sombras refrescantes que hurtan
a las rosas las oscuridades que anidan el
murmullo de las Musas resuena el corazón.
El tesoro de la abundancia siega la pila
bronceada y corona la esperanza. El día
extranjero ayuna su olvido en cuarto
menguante, el bálsamo de la soledad
alivia el dulce sueño, cuando el dolor
y la aflicción hallan huella en Rungsted,
los mil tonos del alma tiemblan llegados
a la arcilla de su morada divina. "



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