Crimen legal (fragmento)Alejandro Sawa
Crimen legal (fragmento)

"Sí, críe usted hijos para eso; béseles los piececitos de chiquitines; aspírelos usted con ansia, como si fueran flores del campo que le hicieran bien a la salud y al olfato; sea usted padre y madre al mismo tiempo para ellos; aguante sus impertinencias y sus hedores; rómpase usted el alma trabajando para su porvenir; edúquelos repartiéndoles a pedazos la experiencia que ha ganado usted a costa de sus entrañas, dejándose el corazón á cachos por las encrucijadas de la vida; vístalos usted de señoritos; deles usted carrera, posición; cúbrales el cráneo con un birrete de doctor o licenciado; ráspeles usted su corteza de plebeyos con una onza mejocana, y no tenga usted cuidado, que andando el tiempo, esos mequetrefes se avegonzarán de usted, como si pudiera ser usted responsable de haber producido monstruos. (...) Recuerda -y este es un símil no enteramente desprovisto de sentido- las estruendosas bacanales de los esclavos en Roma durante las fiestas de Saturno. Las caras aparecen inflamadas por los ardores del vino, y los cuerpos epilépticamente alborotados por los sacudimientos del sexo. La palabra sale á borbotones, como el agua del manantial; y aquellas bocas de hombres y mujeres, por las que salen exclamaciones y frases completamente humanas, son una maravilla para el observador; porque, alargadas por las excitaciones del aguardiente y del sexo contrario, parecen jietas hirsutas, jietas de bestia, incapaces de dar salida á otro sonido que al grito imperativo que con la animalidad expresa sus sensaciones y sus deseos. Se ofrece allí el amar á gritos, no como mercancía, sino como placer y como instinto, también como descanso y como olvido, porque no hay uno entre aquellos bacantes de los dos sexos que no lleve la cara y las espaldas marcadas cn el círculo amortado que deja el látigo sobre la piel. "


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