Prosa del otro (fragmento)Daniil Charms
Prosa del otro (fragmento)

"Qué extraño; qué inexplicablemente extraño: del otro lado de la pared, de esa pared, hay un hombre sentado en el suelo, sus largas piernas! estiradas están enfundadas en sencillas botas y su rostro es malévolo.
Bastaría con hacer un agujero en la pared, mirar a través de ella, y, al punto, veríamos a ese hombre malévolo.
Pero no hay que pensar en él. ¿Qué representa? ¿Es una parte de esa vida muerta que desde los vacíos imaginarios habrá volado hacia nosotros? Sea lo que fuere, tanto peor para él.
Ahora voy a contaros cómo nací, cómo crecí y cómo se manifestaron en mí los primeros síntomas de la genialidad.
Yo nací dos veces. He aquí cómo ocurrió eso.
Mis padres se casaron en 1902. Sin embargo no me trajeron al mundo hasta finales de 1905 porque mi padre deseaba que su hijo naciese exactamente en Año Nuevo. Él calculó que debía engendrarme el 1º de abril y sólo entonces intentó convencer a mi madre proponiéndole concebir un niño.
Mi padre hizo esas insinuaciones a mi madre una primera vez en 1903. Mi madre, que esperaba ese momento desde hacía mucho tiempo, se alegró terriblemente. Pero mi padre estaba visiblemente de un humor jocoso y no pudo evitar decirle: “¡Es una inocentada! claro!”
Mi madre se sintió terriblemente ofendida y no dejó que se acercase a ella ese día. Hubo que esperar al año siguiente.
En 1904, el 1º de abril, mi padre se le insinuó a mi madre con la misma proposición. Pero, recordando lo que había sucedido el año precedente, mi madre declaró que no deseaba encontrarse una vez más en una situación estúpida y no le dejó acercarse a ella. Mi padre se mostró condescendiente y no hizo nada.
Sólo un año más tarde consiguió embarazar a mi madre y entonces sí, ésta pudo concebirme.
De tal modo, fui concebido el 1º de abril de 1905.
Sin embargo, todos los cálculos de mi padre se fueron a pique porque resulté ser un aborto y nací cuatro meses antes de tiempo. Mi padre se puso tan furioso que la comadrona que me asistió en el parto, completamente desconcertada, comenzó a introducirme por donde yo acababa de salir. "



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